¿Eres de los que piensa que el parasol no sirve para nada?

24
Ago
2021

Te equivocas. En Taller XXI lo sabemos bien. Más allá de su evidente función de impedir el acceso de los rayos solares al interior del vehículo, diversos estudios ponen de manifiesto los beneficios de colocar el parasol sobre el salpicadero del coche pegado a la luna del parabrisas. Pero podemos resumirlos en tres: confort y salud, mantenimiento de las superficies interiores y ahorro de combustible.

Los rigores del calor, especialmente en primavera y verano, cuando la luz del sol se transforma en un agente peligroso dentro de un coche cerrado, aconsejan el uso de un buen parasol. Se trata de un remedio estupendo para evitar que la conducción, sobre todo si no llevas aire acondicionado, se convierta en un infierno. Al evitar que pasen los rayos del sol, reduce el sobrecalentamiento del interior del habitáculo. Y eso hará que coger el coche, si este ha estado expuesto al sol, resulte más llevadero.

Un buen parasol evitará, además, riesgos para tu salud. En su momento, el RACC comprobó con un estudio empírico que en algunas circunstancias la temperatura de un coche a pleno sol podría alcanzar dentro del habitáculo los 75ºC en apenas una hora. Con el uso del parasol esa temperatura descendía notablemente. A 75ºC no es difícil sufrir quemaduras al contacto con el volante, el salpicadero, o las superficies metálicas de una sillita de niños, por ejemplo.

Las elevadas temperaturas que se alcanzan en verano no sólo degradan la carrocería del coche, también su interior. Sobre todo, si el efecto “lupa” de las lunas no se atenúa con un parasol. Por eso es frecuente ver plásticos y gomas del interior del habitáculo muy deteriorados por su exposición prolongada al sol, especialmente en el entorno del volante, salpicadero y asientos. El uso de parasoles contribuye a minimizar esa degradación.   

Además de confort y cuidado del coche, un parasol ayuda a consumir menos combustible. ¿Cómo? No es lo mismo que el habitáculo esté a 60ºC que a 40ºC, el esfuerzo que tiene que hacer el sistema de climatización para refrescarlo es significativamente menor. Y detrás del uso intensivo de ese sistema está el consumo de combustible.