¿Sabes qué son los sistemas ADAS y cómo ayudan a una conducción más segura?

31
Mar
2020

Estas tecnologías no evitan que tengamos que prestar la máxima atención cuando conducimos, pero nos aportan confort en nuestros trayectos diarios.

En los últimos años los vehículos, especialmente los turismos, han sufrido una enorme transformación no sólo en sus mecánicas sino en también en otras tecnologías que tienen como objetivo conseguir una conducción más segura.

Estas tecnologías son las denominadas ADAS (siglas en inglés de Sistemas Avanzados de Asistencia a la Conducción), que funcionan gracias a la incorporación de cámaras, sensores y radares en los vehículos y que anticipan lo que será la conducción autónoma.

Estas tecnologías no evitan que tengamos que prestar la máxima atención cuando conducimos (eso llegará cuando el nivel 5 de autonomía de los vehículos esté plenamente operativo y extendido). No obstante, estas ayudas a la conducción suman seguridad y nos aportan confort en nuestros trayectos diarios.

¿Y cuáles las ADAS más útiles y que ya incorporan muchos vehículos? La primera de ellas y que, probablemente, en un futuro próximo sea de serie en todos los vehículos como hoy puede ser el cinturón, los airbags o el ESP es la denominada frenada automática de emergencia. Este sistema reacciona cuando un conductor no lo hace ante un peligro inminente. Gracias a la AEB (por sus siglas en inglés), nuestro coche controla la distancia respecto a los otros vehículos o las personas que puedan cruzarse por delante. Si el conductor no reacciona ante una colisión inminente, el sistema primero le avisa y luego frena automáticamente si fuera necesario.

Otra tecnología que ayuda a circular más seguros es el LDW (de Lane Departure Warning), o avisador de cambio de carril y su versión evolucionada  LKA (Lane Keeping Aid) o LKAS (Lane Keeping Assist System), es un sistema inteligente que funciona gracias a sensores y cámaras instaladas en el coche que leen las líneas de los carriles en tiempo real. El primero avisa al conductor de un cambio imprevisto de carril bien por distracciones o por somnolencia. Mientras, el LKA primero alerta al conductor de que se está saliendo del carril. Y, en el caso de que el conductor no reaccione, no cambie la trayectoria o incluso quite las manos del volante, el LKA actúa girando el volante para retomar la trayectoria.

De igual forma, otras dos tecnologías permiten una conducción más segura: el Road Sign Assist (RSA) o Traffic Sign Recognition (TSR); y el Adaptive cruise control (ACC). El primero está sincronizado con la cámara delantera del vehículo para detectar los límites de velocidad, la prohibición de adelantar o incluso una señal de presencia de obras. Por su parte, el control de crucero adaptativo permite fijar una velocidad constante y se encargará de acelerar y desacelerar en función del tráfico o frenará automáticamente, si es necesario, sin intervención del conductor.

Asimismo, para unos atascos menos estresantes (se calcula que en España los conductores pasaron una media de 20 horas en embotellamientos durante 2017), el Traffic Jam Assist asume la conducción típica de esta circunstancia del tráfico (frenar, acelerar, volver a frenar), cambiando de marchas automáticamente, regulando la velocidad y manteniendo la distancia de seguridad en cada situación.

Por otra parte, el detector de ángulo muerto (Blind Spot Detector) garantiza unos cambios de carril más seguros, ya que, mediante una señal visual situada en el retrovisor, avisa al conductor cuando se acerca algún vehículo en el campo de visión hasta ahora invisible.

A todos estos sistemas de ayuda, se une el Park Assist (o sistema de ayuda del aparcamiento), que es capaz de calcular las distancias para prevenir cualquier colisión en las maniobras e, incluso, tomar el control del volante.

El desarrollo de este tipo de asistentes tiene como objetivo contribuir a rebajar la siniestralidad. Se calcula que los sistemas actuales podrían reducir a la mitad los accidentes en España, según un informe de la Dirección General de Tráfico (DGT).