Una caja fuerte con apertura por huella dactilar y otros extravagantes extras para coches

01
Sep
2020

La extremada personalización o la exclusividad hace que los fabricantes de coches cada vez incorporen opciones más sorprendentes para añadir a sus vehículos.

La mayoría de ‘extras’, excepto las pinturas metalizadas y especiales, que se pueden incorporar a los vehículos tienen que ver con elementos de seguridad o con innovaciones en este sentido. Sin embargo, o bien por la ‘fiebre’ de la personalización, o bien por alcanzar las más altas cotas de exclusividad, los fabricantes de vehículos cada vez incorporan opciones más sorprendentes para añadir a sus vehículos.

El penúltimo de estos elementos sorprendentes viene de la mano de la marca Bentley. Se trata de una caja fuerte que se abre con la huella dactilar del propietario, un elemento que pretende dar una mayor tranquilidad a los clientes y que no pierde la excelencia en el diseño.

Esta novedosa caja fuerte se integra en la parte baja de la consola central del Bentley Bentayga como si fuera cualquier otro hueco portaobjetos. Sin embargo, recibe una estructura de aluminio y esa apertura biométrica que solo cederá ante las huellas de la persona indicada. El espacio disponible es suficiente para albergar objetos no demasiado voluminosos.

Dentro de esta caja fuerte hay dos tomas USB y una AUX, para que se mantenga el alto nivel de conectividad siendo compatible con Apple CarPlay. Aunque también hay que decir que no tiene mucho sentido tener el smartphone en una caja fuerte mientras se conduce. Otra ventaja que tiene esta peculiar caja fuerte es que podrá ser configurada para que reconozca varias huellas dactilares y que pueda abrirla cualquier miembro de la familia.

Como decimos, este es el penúltimo equipamiento extravagante que ya ofrece a sus clientes Bentley, una marca que destaca precisamente por sus equipamientos extravagantes. A través de su departamento de personalización, Mulliner, hemos visto revestimientos de piedra o accesorios para la caza, la pesca o la cetrería.

Quizás, el más excesivo de los extras ofrecidos por Bentley, y uno de los más caros de todos los tiempos (cuesta 200.000 euros) es un reloj automático tourbillon, integrado de forma elegante en la parte superior de la consola central también del Bentley Bentayga. Su carcasa es un bloque de oro macizo mecanizado y su esfera tiene ocho diamantes engarzados. Está fabricado en exclusiva por Breitling y tiene un sistema automático motorizado para “darle cuerda” al sistema de movimiento perpetuo del reloj automático.

Sin embargo, Bentley no es la única en ofrecer extras llamativos. Lexus, por ejemplo, ofrece inserciones de cristal tallado a mano en su LS. Asimismo, desde hace años Rolls-Royce ofrece llenar el techo del coche con miles de LEDs, que imitan un cielo estrellado.

¿Sabías que muchos volantes pueden estar calefactados? Lo que quizá no sabías es que en los Mercedes Clase E y Clase S es posible equipar reposabrazos calefactados – en las cuatro plazas laterales – e incluso un reposabrazos central calefactado.

Y si quieres ofrecer algo a de bebida a tus acompañantes (a ti, ni se te ocurra y menos si lleva alcohol) en varios Bentley se ofrece una nevera entre los asientos traseros, mientras que en el Range Rover Autobiography se ofrece una nevera motorizada, con espacio para dos copas. En algunos Mercedes-Maybach incluso se ofrecen copas de flauta metálicas.

Incluso, Fiat ofrece en los 500L una cafetera portátil que, aunque por fuera parece un termo, está conectada a la toma de corriente de 12 voltios del coche y en apenas unos instantes puede hacer un espresso a partir de cápsulas

En el pasado, uno de los extras más curiosos del Pontiac Aztek era una tienda de campaña. Se montaba sobre el portón abierto del maletero, y en su interior se encontraba un colchón hinchable con capacidad para dos personas.

O el del Plymouth Prowler, un biplaza estricto y uno de los coches más originales de los años 90. Dada su escasa capacidad de carga, la marca ofrecía como extra un remolque idéntico a la parte trasera del coche, pintado en su mismo color y equipado con sus mismas llantas.

En 1956, Chrysler lanzó un sistema de tocadiscos portátil llamado “Highway Hi-Fi”, que utilizaba discos específicos (giraban a solo 16,6 rpm, y en ellos entraban hasta 45 minutos de música). Sólo se ofreció hasta 1959, ya que era extra muy caro, los sistemas fallaban habitualmente y la oferta musical era muy limitada.

Y siguiendo con la bebida, el Cadillac Eldorado Brougham, uno de los coches más lujosos y equipados lanzado en los años 50 ofrecía seis vasos de chupito con base magnética, de tal forma que se podían inmovilizar sobre la guantera abierta. También se podía adquirir un “kit de belleza” con espejo, ideado para que la acompañante pudiera maquillarse a bordo.