Qué es la dirección asistida y cómo funciona en tu coche

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28
Ago
2025

Detectar síntomas como un volante duro, ruidos o testigos encendidos es clave para evitar averías graves. Te contamos más aquí sobre la dirección asistida de tu vehículo.

La dirección asistida es el sistema que facilita girar el volante reduciendo el esfuerzo del conductor y aumentando la seguridad al circular. 

Puede ser hidráulica, eléctrica o mixta, y cada una requiere un mantenimiento específico. Detectar síntomas como un volante duro, ruidos o testigos encendidos es clave para evitar averías graves. Ante cualquier signo, lo recomendable es acudir a un taller especializado como Taller XXI para una revisión profesional.

Qué es la dirección asistida

La dirección asistida es un sistema diseñado para facilitar el giro del volante, reduciendo el esfuerzo físico que el conductor debe realizar y mejorando la seguridad en carretera. Su función principal es multiplicar la fuerza aplicada al volante mediante mecanismos hidráulicos, eléctricos o mixtos, permitiendo maniobras más suaves y precisas tanto en ciudad como en carretera.

En los vehículos antiguos, sin dirección asistida, mover el volante a baja velocidad requería un gran esfuerzo, sobre todo al estacionar. Hoy en día, prácticamente todos los turismos y vehículos industriales incorporan este sistema como parte de la seguridad activa del coche. Gracias a él, se consigue un control más estable y una experiencia de conducción más cómoda, incluso en trayectos largos o en condiciones de tráfico intenso.

Cómo funciona el sistema de dirección asistida

El principio de la dirección asistida es sencillo: amplificar la fuerza que ejerce el conductor sobre el volante para que las ruedas respondan de forma rápida y precisa. Lo que cambia entre sistemas es cómo se genera esa ayuda.

1. Señal inicial: cuando giras el volante, una serie de sensores (en los sistemas eléctricos) o una válvula de control (en los hidráulicos) detectan el movimiento.

2. Asistencia mecánica:

  • En la dirección asistida hidráulica, una bomba impulsada por la correa del motor genera presión en el líquido hidráulico, que actúa sobre el pistón de la cremallera.
  • En la eléctrica (EPS), un motor eléctrico aplica directamente la fuerza sobre la columna o la cremallera de dirección.
  • En la electrohidráulica (EHPS), se combina lo mejor de ambos: la bomba hidráulica se mueve gracias a un motor eléctrico, logrando precisión y ahorro de energía.

3. Respuesta en ruedas: la asistencia se transmite a la cremallera de dirección, que mueve las ruedas delanteras de forma proporcional y controlada.
 

Tipos de dirección asistida en automoción

A lo largo de los años, los fabricantes han desarrollado diferentes sistemas de dirección asistida. Cada uno tiene sus ventajas, limitaciones y aplicaciones según el tipo de vehículo.

Dirección asistida hidráulica (DAH)

Es la más tradicional. Utiliza una bomba conectada al motor para generar presión en el líquido hidráulico, que facilita el movimiento del pistón en la cremallera. Aunque ofrece una asistencia muy suave y progresiva, consume más energía porque la bomba funciona siempre, incluso cuando no se gira el volante.

Dirección asistida eléctrica (EPS)

Sustituye el circuito hidráulico por un motor eléctrico controlado por sensores. Es más eficiente porque solo actúa cuando se necesita. Además, permite funciones avanzadas como la asistencia variable según la velocidad o la integración con sistemas de ayuda a la conducción (ADAS).

Dirección asistida electrohidráulica (EHPS)

Combina lo mejor de los dos mundos: mantiene un circuito hidráulico, pero la bomba se acciona mediante un motor eléctrico independiente del motor de combustión. Así se reduce el consumo y se obtiene una asistencia precisa y progresiva.

Tabla comparativa de tipos de dirección asistida

Tipo de sistema

Cómo funciona

Ventajas principales

Desventajas

Vehículos habituales

Hidráulica (DAH)

Bomba conectada al motor mueve fluido hidráulico

Sensación de conducción natural, suavidad

Consumo energético constante, mantenimiento de líquido

Coches más antiguos, vehículos pesados

Eléctrica (EPS)

Motor eléctrico actúa sobre columna/cremallera

Bajo consumo, integración con ADAS, menos mantenimiento

Sensación menos “mecánica” para algunos conductores

Turismos modernos, híbridos y eléctricos

Electrohidráulica (EHPS)

Circuito hidráulico con bomba movida por motor eléctrico

Precisión, ahorro de energía frente a DAH

Más compleja, coste mayor en reparación

Vehículos de transición, modelos de gama media/alta

 

Síntomas y averías más frecuentes en la dirección asistida

Aunque la dirección asistida está pensada para durar muchos años, como cualquier sistema mecánico o electrónico puede presentar fallos. Detectar los síntomas a tiempo evita reparaciones más costosas y garantiza tu seguridad en carretera.

Volante duro o con vibraciones

Si notas que el volante requiere más fuerza de lo habitual o vibra al girar, puede deberse a bajo nivel de líquido hidráulico, desgaste de la bomba o un fallo en el motor eléctrico (en sistemas EPS).

Ruidos extraños al girar

Chirridos, zumbidos o golpeteos al maniobrar son señales de alerta. Pueden deberse a aire en el circuito hidráulico, correas desgastadas o rodamientos en mal estado.

Pérdidas de líquido hidráulico

En los sistemas hidráulicos y electrohidráulicos, una mancha de aceite debajo del coche puede indicar fuga en manguitos, juntas o la propia bomba. Ignorarlo puede dejar el sistema sin asistencia y dañar la cremallera.

Fallos electrónicos y testigo en el cuadro

En vehículos modernos, la dirección asistida eléctrica (EPS) cuenta con sensores y módulos electrónicos. Si el testigo del volante se enciende en el salpicadero, puede ser un fallo de software, de sensor de par o de la centralita.

Consejo práctico: ante cualquiera de estos síntomas, lo más seguro es acudir a un taller mecánico especializado. Con herramientas de diagnóstico y experiencia, pueden detectar el origen real del fallo y aplicar la reparación adecuada.

Mantenimiento recomendado para el sistema de dirección asistida

Un correcto mantenimiento de la dirección asistida no solo alarga la vida útil del vehículo, sino que también evita averías costosas y mantiene la seguridad al volante. Estos son los puntos clave a tener en cuenta:

1. Revisiones periódicas en taller

Es recomendable comprobar el estado del sistema en cada revisión general del coche. En talleres especializados como Taller XXI, se revisa el nivel de líquido hidráulico (cuando aplica), el estado de la bomba, correas, motor eléctrico y sensores.

2. Sustitución de líquido hidráulico

En sistemas hidráulicos y electrohidráulicos, el fluido debe cambiarse aproximadamente cada 60.000 – 80.000 km o según indique el fabricante. Un líquido degradado puede perder propiedades, provocar ruidos y dañar la bomba.

3. Inspección de correas y componentes mecánicos

Una correa de arrastre agrietada o floja puede afectar al funcionamiento de la bomba hidráulica. Del mismo modo, manguitos y juntas deben estar en buen estado para evitar fugas.

4. Atención a la electrónica en sistemas EPS

En la dirección eléctrica, es esencial comprobar que los sensores de par y el motor eléctrico respondan correctamente. Una simple lectura con equipo de diagnosis puede detectar fallos antes de que afecten a la conducción.

5. Uso de repuestos originales

Sustituir piezas con recambios homologados asegura el rendimiento y la compatibilidad del sistema. Aunque las imitaciones pueden resultar más baratas, a largo plazo suponen un riesgo de avería y pérdida de garantías.
 

La dirección asistida es un sistema complejo en el que intervienen mecánica, hidráulica y, en muchos casos, electrónica avanzada. Por eso, cuando aparecen síntomas de fallo o toca hacer el mantenimiento, lo recomendable es acudir a un taller con experiencia en diagnóstico y reparación de este tipo de sistemas.

En Taller XXI contamos con técnicos formados y equipamiento específico para localizar averías en dirección hidráulica, eléctrica o electrohidráulica. Además, trabajamos con recambios originales y protocolos de revisión que aseguran que tu coche quede listo para circular con total seguridad.

Si notas el volante más duro de lo normal, escuchas ruidos al girar o simplemente quieres asegurarte de que todo funciona bien, pide cita en Taller XXI, ¡y deja que lo revisemos por ti!