¿Qué averías pueden producir baches y bordillos en nuestro coche?

14
Abr
2025

Quizás no seas consciente de ello, pero hay elementos externos presentes en las ciudades y en las carreteras por las que transitamos, que pueden llegar a dañar seriamente nuestro coche si no tenemos el debido cuidado. Elementos tan comunes como los badenes, los bordillos o un asfalto en mal estado pueden provocar graves daños en los neumáticos, las llantas, los amortiguadores o incluso la luna delantera, comprometiendo tanto la seguridad como el rendimiento de nuestro vehículo.

Según el último informe sobre "Necesidades de Inversión en Conservación" desarrollado por la Asociación Española de la Carretera (AEC), uno de cada trece kilómetros de la red viaria de nuestro país presenta deterioros relevantes en más del 50% de la superficie del pavimento, acumulando baches, roderas y grietas longitudinales y transversales. Esta situación no solo afecta a la comodidad de conducción, sino que puede tener consecuencias graves para nuestro vehículo.

El "Estudio de Percepción del Estado de Conservación de las Carreteras Españolas" revela que seis de cada diez usuarios reconoce haber sufrido algún percance asociado al mal estado de conservación de la carretera por la que transitaban en ese momento. Aunque en el 94% de los casos estos problemas no tuvieron consecuencias graves, es importante conocer qué tipos de averías pueden producirse y cómo prevenirlas.

En este artículo analizaremos en detalle los daños que pueden causar los baches y bordillos en nuestro coche, los componentes más vulnerables, cómo identificar posibles averías y qué medidas preventivas podemos tomar para proteger nuestro vehículo y evitar costosas reparaciones.

¿Cuáles son los componentes más vulnerables de un vehículo?

Cuando nuestro vehículo se enfrenta a baches, bordillos y otras irregularidades del terreno, ciertos componentes son especialmente susceptibles a sufrir daños. Conocer cuáles son estas partes vulnerables nos ayudará a prestar mayor atención a su mantenimiento y a detectar posibles averías de forma temprana:

Neumáticos y llantas

Los neumáticos son, sin duda, los primeros elementos que sufren el impacto directo de baches y bordillos. Cuando un vehículo golpea un bache a cierta velocidad o roza un bordillo durante una maniobra de estacionamiento, pueden producirse diversos tipos de daños:

  • Bultos en la pared lateral: ocurren cuando el impacto con un bache separa el revestimiento hermético del neumático de su pared lateral, permitiendo que se filtre aire en la carcasa. Esto crea una burbuja o protuberancia que podría reventar en cualquier momento, comprometiendo gravemente la seguridad.
  • Separación de la banda de rodadura: se produce cuando, al impactar con el borde duro de un bache, el neumático es comprimido contra la llanta, provocando que se raje el caucho. Esta situación puede derivar en un reventón repentino durante la conducción.
  • Pinchazos y cortes: los bordes afilados de algunos baches o bordillos pueden cortar o perforar el neumático, causando desde pequeñas fugas de aire hasta pinchazos completos que requieren sustitución inmediata.
  • Desgaste irregular: cuando los impactos repetidos con baches provocan desalineación o problemas en la suspensión, los neumáticos comienzan a desgastarse de forma desigual, reduciendo su vida útil y comprometiendo el agarre.

Las llantas, especialmente las de aleación, también son muy vulnerables. Un impacto fuerte puede provocar abolladuras, fisuras o incluso deformaciones que afectan al sellado entre la llanta y el neumático, ocasionando fugas de aire y posibles pinchazos. Las llantas dañadas también pueden causar vibraciones durante la conducción y afectar negativamente a la estabilidad del vehículo.

Sistema de suspensión y amortiguación

El sistema de suspensión está diseñado precisamente para absorber las irregularidades del terreno, pero cuando se somete a impactos fuertes y repetidos, puede sufrir daños significativos:

  • Amortiguadores: los impactos violentos pueden provocar fugas de aceite y daños en los sellos de los amortiguadores, reduciendo su eficacia. Un amortiguador en mal estado no solo afecta al confort de marcha, sino que aumenta la distancia de frenado y reduce la estabilidad en curvas.
  • Muelles: pueden deformarse o incluso romperse tras impactos severos, provocando que el vehículo se incline hacia un lado o que la altura de la carrocería sea irregular.
  • Rótulas y silentblocks: estos componentes, que conectan diferentes partes del sistema de suspensión, pueden deteriorarse prematuramente debido a los golpes, generando ruidos metálicos y afectando a la precisión de la dirección.
  • Brazos de suspensión: pueden doblarse o deformarse tras impactos fuertes, alterando la geometría de la suspensión y provocando un comportamiento errático del vehículo.

Un sistema de suspensión dañado se manifiesta a través de síntomas como rebotes excesivos tras pasar por un bache, inclinación del vehículo hacia un lado, ruidos anormales al circular por terrenos irregulares o sensación de "flotación" durante la conducción.

Dirección y alineación

El sistema de dirección es otro de los grandes afectados por los baches y bordillos:

  • Desalineación: quizás uno de los problemas más comunes tras golpear un bache. Se produce cuando los ángulos de las ruedas se alteran, provocando que el vehículo tienda a desviarse hacia un lado, el volante no quede centrado o los neumáticos se desgasten de forma irregular.
  • Cremallera de dirección: los impactos fuertes pueden dañar los componentes internos de la cremallera, generando holguras que se traducen en una dirección imprecisa o con juego excesivo.
  • Columna de dirección: en casos extremos, los golpes violentos pueden transmitirse hasta la columna, provocando vibraciones en el volante o resistencia irregular al girar.

Bajos del vehículo y sistema de escape

Los vehículos con poca altura libre al suelo son especialmente vulnerables a sufrir daños en los bajos cuando pasan sobre baches pronunciados o bordillos:

  • Cárter del motor: esta pieza que protege la parte inferior del motor puede abollarse o incluso agrietarse tras un impacto fuerte, provocando fugas de aceite.
  • Sistema de escape: los tubos de escape, silenciadores o catalizadores pueden resultar dañados, generando ruidos anormales, pérdida de potencia e incluso la entrada de gases nocivos al habitáculo.
  • Protecciones inferiores: las cubiertas protectoras de plástico o metal que muchos vehículos incorporan en sus bajos pueden desprenderse parcialmente o romperse tras impactos repetidos.

Los daños en los bajos del vehículo no siempre son evidentes a simple vista, pero pueden manifestarse a través de ruidos metálicos durante la conducción, manchas de aceite o líquidos en el lugar de estacionamiento, o un rendimiento anormal del motor.

Carrocería y elementos exteriores

Aunque menos críticos para la seguridad, los daños en la carrocería y elementos exteriores también son frecuentes:

  • Paragolpes y faldones: pueden rayarse o romperse al rozar con bordillos o al pasar sobre baches pronunciados, especialmente en vehículos con altura reducida.
  • Spoilers y elementos aerodinámicos: suelen situarse en posiciones bajas y son propensos a dañarse con bordillos o resaltos.
  • Luna delantera: las vibraciones transmitidas por baches severos pueden provocar o agravar pequeñas grietas en el parabrisas, que con el tiempo pueden extenderse.

Tipos de daños específicos según el obstáculo

No todos los obstáculos en la vía pública afectan de la misma manera a nuestro vehículo. Cada tipo de irregularidad en el terreno puede provocar daños específicos que conviene conocer para poder prevenirlos o identificarlos a tiempo:

Daños causados por bordillos

Los bordillos son elementos urbanos con los que interactuamos casi a diario, especialmente durante las maniobras de estacionamiento. Sin embargo, un roce o impacto contra ellos puede ocasionar diversos problemas:

  • Daños en neumáticos y llantas: el impacto lateral contra un bordillo puede provocar cortes en la pared del neumático, que son especialmente peligrosos ya que esta zona no está diseñada para soportar este tipo de fuerzas. Estos cortes pueden derivar en reventones repentinos durante la conducción. Las llantas también sufren, pudiendo presentar abolladuras, deformaciones o incluso fisuras que comprometen su integridad estructural.
  • Desalineación y problemas de dirección: subir un bordillo a cierta velocidad o golpearlo lateralmente puede alterar la geometría de la dirección. Esto se manifiesta cuando el vehículo tiende a desviarse hacia un lado al circular en línea recta o cuando el volante no queda centrado. La desalineación no solo afecta a la conducción, sino que provoca un desgaste prematuro e irregular de los neumáticos.
  • Daños en los bajos: los vehículos con poca altura libre al suelo son especialmente vulnerables a sufrir daños en los bajos al subir bordillos. Elementos como el paragolpes delantero, los faldones laterales o incluso componentes críticos como el cárter del motor pueden resultar dañados. Estos impactos también pueden afectar a las protecciones inferiores del vehículo, dejando expuestos componentes importantes.
  • Problemas en la suspensión: subir bordillos de forma brusca somete a la suspensión a esfuerzos para los que no está diseñada. Los amortiguadores, muelles y brazos de suspensión pueden resultar dañados, especialmente si esta práctica se repite con frecuencia. Un síntoma claro de este problema es cuando el vehículo se inclina hacia un lado o presenta una altura irregular.

Daños causados por badenes y resaltos

Los badenes y resaltos, tan comunes en zonas urbanas para reducir la velocidad, también pueden ser fuente de problemas si se pasan a una velocidad inadecuada:

  • Daños en amortiguadores y muelles: pasar un badén a velocidad excesiva comprime la suspensión más allá de sus límites de diseño. Con el tiempo, esto puede provocar fugas en los amortiguadores o deformaciones en los muelles, reduciendo la capacidad del vehículo para absorber irregularidades y comprometiendo la estabilidad en curvas.
  • Problemas en el sistema de escape: el sistema de escape suele situarse en la parte inferior del vehículo y puede impactar contra el badén si este se pasa demasiado rápido. Esto puede provocar abolladuras en los tubos, daños en los silenciadores o incluso roturas en las sujeciones, generando ruidos anormales y afectando al rendimiento del motor.
  • Daños en spoilers y elementos aerodinámicos: los vehículos deportivos o con elementos aerodinámicos en su parte inferior son especialmente vulnerables al pasar por badenes. Estos componentes pueden rayarse, agrietarse o incluso desprenderse parcialmente tras impactos repetidos.
  • Problemas en la dirección: los impactos fuertes contra badenes pueden transmitirse al sistema de dirección, provocando desajustes en la cremallera o daños en las rótulas. Esto se manifiesta como juego excesivo en el volante o ruidos al girar.

Daños causados por baches y socavones

Los baches y socavones son quizás los elementos más dañinos para nuestro vehículo, especialmente porque a menudo son difíciles de detectar hasta que es demasiado tarde:

  • Reventones y daños en neumáticos: el impacto contra el borde afilado de un bache puede cortar o debilitar la estructura del neumático, provocando desde pequeños cortes hasta reventones completos. Los baches profundos también pueden causar lo que se conoce como "pellizco" del neumático contra la llanta, dañando tanto la goma como el aro metálico.
  • Deformaciones en llantas: las llantas de aleación, aunque estéticamente atractivas, son más susceptibles a deformarse tras impactos fuertes contra baches. Una llanta deformada provoca vibraciones durante la conducción y puede comprometer el sellado con el neumático, causando pérdidas de presión.
  • Daños en rodamientos: los rodamientos de rueda pueden fallar prematuramente tras impactos severos contra baches. El primer síntoma suele ser un ruido similar a un zumbido que aumenta con la velocidad, o una sensación de holgura al mover la rueda con el vehículo elevado.
  • Problemas en la suspensión y dirección: los baches profundos pueden dañar múltiples componentes de la suspensión y dirección simultáneamente. Desde amortiguadores y muelles hasta brazos de suspensión, rótulas y silentblocks. Estos daños se manifiestan como ruidos metálicos al pasar por irregularidades, comportamiento inestable del vehículo o vibraciones en el volante.

Daños causados por gravilla y alquitrán

Aunque menos evidentes que los anteriores, la gravilla suelta y el alquitrán también pueden causar problemas significativos:

  • Impactos en carrocería y luna delantera: las piedras pequeñas proyectadas por otros vehículos pueden impactar contra la carrocería o el parabrisas, causando desde pequeños desconchones en la pintura hasta grietas en el cristal que pueden extenderse con el tiempo.
  • Daños en faros y pilotos: los proyectores delanteros y pilotos traseros, fabricados con materiales plásticos, son vulnerables a los impactos de gravilla, pudiendo sufrir roturas que afecten a su estanqueidad o funcionamiento.
  • Acumulación en bajos y componentes mecánicos: el alquitrán caliente puede adherirse a los bajos del vehículo y componentes mecánicos, dificultando la disipación de calor y potencialmente causando sobrecalentamientos en determinadas piezas.
  • Obstrucción de radiadores: la gravilla y pequeños residuos pueden acumularse en el radiador, reduciendo su capacidad de refrigeración y potencialmente causando problemas de temperatura en el motor.

5 señales de alerta que indican posibles averías en tu vehículo

Identificar a tiempo los síntomas de posibles daños causados por baches y bordillos puede ahorrarnos costosas reparaciones y, lo más importante, prevenir situaciones de riesgo durante la conducción. 

A continuación, te detallamos las principales señales de alerta que deberías tener en cuenta.

Ruidos anormales en la suspensión

Los ruidos provenientes de la suspensión son uno de los indicadores más claros de que algo no va bien tras haber pasado por baches o bordillos de forma brusca:

  • Golpes metálicos: si escuchas sonidos secos o metálicos al pasar por pequeñas irregularidades del terreno, podría indicar problemas en los amortiguadores, copelas de suspensión o silentblocks. Estos ruidos suelen ser más evidentes a baja velocidad y en maniobras como entrar o salir de un garaje.
  • Chirridos al girar o en badenes: los chirridos agudos durante los giros o al pasar por badenes pueden indicar desgaste en las rótulas de dirección o en los brazos de suspensión. Este tipo de ruido suele empeorar con el tiempo y no desaparece por sí solo.
  • Traqueteos constantes: un sonido similar a un traqueteo continuo, especialmente notable en carreteras con pequeñas irregularidades, puede indicar que los amortiguadores han perdido eficacia o que algún componente de la suspensión se ha aflojado tras un impacto fuerte.

Vibraciones en el volante

Las vibraciones en el volante son otro síntoma común tras impactos contra baches o bordillos:

  • Vibraciones a velocidades específicas: si el volante vibra notablemente a ciertas velocidades (por ejemplo, entre 80 y 100 km/h), podría indicar que una llanta se ha deformado tras un impacto o que un neumático ha desarrollado un bulto en su estructura.
  • Vibraciones durante el frenado: cuando el volante tiembla específicamente al frenar, puede ser señal de que los discos de freno se han alabeado debido a las tensiones transmitidas por impactos fuertes contra baches.
  • Vibraciones constantes: si la vibración es permanente independientemente de la velocidad, podría indicar problemas más serios como daños en la cremallera de dirección o en los rodamientos de rueda.

Desgaste irregular de neumáticos

El patrón de desgaste de los neumáticos puede revelar problemas ocultos derivados de impactos contra baches o bordillos:

  • Desgaste en los bordes externos: si los neumáticos muestran un desgaste excesivo en sus bordes externos, podría indicar problemas de convergencia o divergencia, habitualmente causados por desalineación tras impactos.
  • Desgaste en forma de parches o zonas planas: este tipo de desgaste irregular suele estar relacionado con problemas en los amortiguadores, que no mantienen la rueda en contacto constante con el asfalto, provocando pequeños "saltos" que desgastan el neumático de forma desigual.
  • Desgaste en un solo lado del neumático: cuando un neumático se desgasta mucho más por un lado que por otro, suele ser síntoma de una desalineación significativa, posiblemente causada por un impacto lateral contra un bordillo o un bache profundo.

Desviación del vehículo

Otro síntoma evidente de problemas tras impactos contra obstáculos es cuando el vehículo tiende a desviarse de la trayectoria recta:

  • Tendencia a irse hacia un lado: si al circular en línea recta por una carretera sin peralte notas que debes corregir constantemente la dirección para mantener el vehículo recto, es probable que exista un problema de alineación causado por algún impacto.
  • Volante descentrado: cuando el vehículo circula recto pero el volante no está en su posición central, es un claro indicador de que la geometría de la dirección se ha alterado, posiblemente tras un golpe contra un bordillo o un bache profundo.
  • Inestabilidad en frenadas: si el vehículo tiende a desviarse notablemente durante las frenadas, podría indicar problemas en la suspensión o en el sistema de frenos derivados de impactos fuertes.

Cambios en la altura o inclinación del vehículo

Alteraciones en la postura normal del vehículo también pueden indicar daños tras impactos:

  • Vehículo inclinado hacia un lado: si notas que tu coche parece estar más bajo de un lado que de otro, podría indicar que un muelle de suspensión se ha roto o deformado tras un impacto fuerte.
  • Parte delantera o trasera más baja de lo normal: una altura reducida en la parte delantera o trasera puede ser síntoma de muelles debilitados o amortiguadores dañados, que ya no son capaces de mantener la altura correcta del vehículo.
  • Oscilaciones excesivas tras baches: si después de pasar por un pequeño bache el vehículo continúa oscilando arriba y abajo durante varios segundos, es señal de que los amortiguadores han perdido eficacia y no controlan adecuadamente el movimiento de la suspensión.

Cuando, a pesar de nuestras precauciones, se produzcan daños, es crucial saber identificar cuándo es necesario acudir inmediatamente al taller y qué tipo de reparaciones pueden ser necesarias. 

Recuerda que, ante cualquier síntoma anormal tras pasar por baches o bordillos, lo más recomendable es acudir a un taller especializado en mecánica de vehículos como TallerXXI, donde profesionales cualificados podrán realizar un diagnóstico completo y las reparaciones necesarias con garantía de calidad. 

 

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